Comencé estudiando publicidad, y aunque durante mucho tiempo pensé que era una pérdida de tiempo, esa fue la chispa que encendió mi fuego invisible.
Y es que durante mi paso por la universidad tuve que ver a profesores titulares crear grupos de WhatsApp “secretos” para generar asimetrías informativas y oír cómo llamaban a los alumnos “inútiles” y “becerros” entre risas mientras corregían trabajos de fin de grado a golpe de vista.
Pero no os equivoquéis, no estoy enfadado. Sólo me divierto mientras me gano la vida.
Me encanta conducir, la música, mi gata, los días lluviosos, los deportes de contacto, viajar y sumergirme en eventos para tomarle la temperatura a la sociedad.
Ah, y por si todavía cabe la duda, soy de esas personas que esperan llegar a la tumba derrapando entre una nube de polvo completamente desgastadas (y tatuadas) para poder suspirar y finalmente decir: «¡Vaya viajecito colega!«