Hay quien opina que el microrealismo conceptual es uno de los estilos más difíciles de dominar.
Como todo en la vida —o casi todo— eso es relativo, pero en honor a la verdad no se lo recomendaría a nadie que quisiera empezar a tatuar.
Me explico:
Imagina un tatuaje figurativo ultra detallado y en tamaño mini —como un animal o una escultura clásica—. ¿Lo tienes? Vale. Ahora añádele un patrón geométrico que se adapte al dedillo a las formas de la zona del cuerpo a tatuar. Y tal vez alguna palabra que refuerce el significado del diseño. Et voilà! Ya tienes un tattoo en microrealismo conceptual.
Pero lo verdaderamente complicado no es imaginarlo, sino tatuarlo.
Las técnicas más usadas son el puntillismo de arrastre y la línea fina. TAN fina que tuviste que ser cirujanx en otra vida para conseguirla.
Buen ejemplo es el trabajo de @drag_ink, uno de mis favs. Te dejo tres tattoos suyos aquí abajo.
Pero no todo es técnica. Aquí entra en juego la geometría sagrada, una serie de patrones universales con mucha mística detrás.
Y hasta aquí puedo leer. He preferido hablar con Iñigo González (@inigo.go) para que cuente todo lo que a mí se me escapa sobre esta variante del micro. Él ni siquiera le llama “conceptual”, sino “geométrico”. Tal vez tenga más sentido.
«La geometría sagrada incluye símbolos con significados profundos y sagrados,» nos cuenta Iñigo. «Por ejemplo, la Flor de la Vida representa el conocimiento y la interconexión de toda la vida, mientras que la Rosa de los Vientos simboliza el viaje y la exploración.»
Iñigo se inspira en artistas como Rodrigo Roji y Carlos Bautista. «Vi una entrevista con Rodrigo Roji, un tatuador mexicano, y me flipó cómo usaba el surrealismo para darle un giro al tatuaje tradicional».
¿El mayor reto del estilo? Iñigo lo tiene claro: «Pegar el stencil y asegurarse de que la geometría no se distorsione es crucial. El cuerpo humano tiene curvas, así que hay que tener muy en cuenta la anatomía.»
Además, tiene una ventaja sobre el microrealismo convencional. Existe la leyenda urbana de que el micro va perdiendo detalle con el tiempo y se vuelve un borrón —solo dios sabe si es leyenda o facto, porque los primeros tattoos en este estilo los lleva nuestra generación… supongo que seremos lxs conejillxs de índias :p—, y lo bueno del añadido geométrico es que el tattoo “se enfoca en la composición general, haciendo que la pieza se vea bien en conjunto a pesar de que la parte figurativa pierda detalle».