Desde tiempos inmemoriales, los humanos han querido expresar su amor por sus personas favoritas poniendo su inicial en objetos variados. En forma de colgantes, cartas con crípticas anotaciones… y, en la nueva era que nos ocupa, tatuajes. ¿Quién no ha tenido un ramalazo de amor y ha querido marcarse el cuerpo para siempre con la primera letra de un nombre cuya identidad era algo… indefinida? ¿No? ¿Nadie? Mentira cochina, si no fuese así no recibiríamos tantísimas peticiones desesperadas para taparlas con un cover…
Pero por qué preocuparse por el futuro cuando vivimos el presente. Si buscabas una masterclass en tatuajes con iniciales porque estás en honeymoon phase, nosotros llegamos al rescate para ofrecerte un amplio abanico de posibilidades. Si después te arrepientes, tranqui, que también podemos ser un hombro en el que llorar.
Ya puestos a tatuarse, considera adornar la inicial añadiendo otra forma sencilla a su lado. Rotundos infinitos (probablemente el tatuaje menos pedido de la historia, desde luego), tréboles para expresar la suerte que tienes de haber conocido a ese alguien, estrellas o flechas… no hay límites. Consejito del día: es más importante elegir bien la letra que el dibujo. ?
El apego te hace cometer estupideces, y ya hemos hablado de lo habitual que es tatuarse el nombre de la pareja de uno a lo largo de la vida. Alguno, por narices, suele caer. El que parece que tiene instinto paternal y baja la tapa del váter tras usar el baño, la que sabe diferenciar un fuera de juego en fútbol once (cada uno con sus estándares). Aunque una inicial es menos arriesgada –quién sabe si volverás a salir con alguien cuyo nombre también comience por C, como tu ex–, la esencia es la misma: el amor ciego desatando tus impulsos más monógamos.
Añádele un corazón si quieres que tu pieza parezca salida de un romcom con Sandra Bullock como protagonista. Estadísticamente las posibilidades de que te arrepientas son altas, pero oye, quien tenga miedo a morir que no nazca. Nosotros de momento pasamos.
Si alguien va a estar junto a ti en las malas y en las peores, esa es tu familia. Ellos sí que van a estar atados a ti para siempre (te guste a ti o no… de alguna forma tienes que devolverle a tu madre todos los meses que te almacenó en su barriga). Las parejas van y vienen, ellos se quedan.
Si eres tú quien eres papá o mamá, no hay forma más bonita y eterna de llevar a tu hijo siempre contigo que en forma de tinta. Para así recordar lo dulce y adorable que era antes de convertirse en un adolescente insoportable. Eso tampoco lo decimos nosotros, sino de nuevo la estadística.
Otra forma de verlo es tatuarse las iniciales de amigos, que es la familia que se elige. En caso que no tengas un núcleo familiar muy allá, es muy buena opción de sentir siempre su apoyo muy de cerca (cuán más cerca los puedes tener que en tu propia epidermis…).
En forma de pulsera quedan genial y se pueden camuflar con otros accesorios en caso de que finalmente te traicionen. Como ves somos muy positivos. Es culpa de nuestras experiencias traumáticas, no nos lo tengas en cuenta.
Si quieres grabarte a fuego una inicial sin que se enteren tus padres (ojo, siempre que seas mayor de edad, no queremos problemas), la mejor opción es optar por un diseño a tamaño reducido. Discretas, elegantes y… fáciles de tapar. De acuerdo, ya paramos. Quizás la tuya es la primera historia de amor que supera todo bache. Si ese fuera el caso, no nos quedaría otra que echar un paso atrás y pedir clemencia.
Un par de zonas idóneas para semejante tarea de incógnito son la muñeca y el cuello. Un calcetín o una bufanda serán suficientes para hacerte parecer un tipo sin corazón que no cree en el amor. Te dejamos un poco de inspo de romántico (pero no mucho) bajo estas líneas.
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