Estamos seguros de que todos los fans de Harry Potter tienen al Ave Fénix en su top de seres mitológicos. Si eres un fanático de la saga mágica o bien te gusta mucho la mitología en general, un tatuaje de ave fénix es un diseño que deberías (como mínimo) plantearte.
Lo de encontrar tatuador que lo plasme en tu piel corre de nuestra cuenta.
Un Fénix es un ave mitológica que, según la tradición, surge de las cenizas de su predecesor. Todos tenemos la imagen en la cabeza de un ave envuelta por llamas que, cuando muere, renace de sus propias cenizas. El sueño de cualquier fumador, ¿no?
Pero según las fuentes la historia varía. Algunas dicen que el pájaro simplemente muere entre un show de llamas y explosiones, y otras explican la historia que todos conocemos. Mola mucho más renacer de tus cenizas y es una comparación perfecta a la que se aferran muchos libros de autoayuda. ?
El ave fénix es un diseño todoterreno. Tiene la fuerza y el poderío que le aportan el fuego y las garras, y a la vez tiene la elegancia y la belleza que le añaden su figura esbelta y sus plumas. Es por eso que ya seas una luchadora, una coqueta (C de coqueta), las dos cosas o lo que quieras ser, un tatuaje del ave Fénix es una apuesta segura.
El estilo blackwork siempre está de moda. Es de esas que no pasan nunca: un vaquero azul, un vestido negro, una buena hamburguesa o una canción de La Oreja de Van Gogh.
Aunque no es posible imaginarse un ave fénix realista teniendo en cuenta que no existen (esperamos no haber roto el corazón a nadie), los tattoos sí que pueden hacer parecer lo más verosímil posible a esta ave. Las pruebas a continuación.
Si pasas del negro siempre puedes optar por una explosión de color. Los tonos cálidos del ave quedan genial en la piel, y en forma de acuarela destacan más si cabe.
En estilo japonés también son un must que permite crear mangas brutales en tonos rojizos.
En general, los fénix son diseños de mediano o gran tamaño porque los tatuados acostumbran a querer una gran cantidad de detalles.
Aun así, siempre hay gente que va a su bola y hace las cosas a su manera. Que prefiere composiciones pequeñas, sencillas y con pocos trazos. Aquí os dejamos algunos ejemplos top de cómo llevar la contraria con estilo. 😉
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